HISTORIA



Málaga fue, en la antigüedad, uno de los centros más importantes del comercio peninsular, llevado a cabo por los colonizadores fenicios (Malaca) y griegos (quienes probablemene fundaron en sus cercanías la colonia Mainake). Romana en 205 a.C., participó en el levantamiento de 197 a.C, y se convirtió en municipio romano en tiempos de Vespasiano. La dominación romana no alteró las bases de su próspero comercio exterior (exportación de aceites, cereales, salazones, pasas, vinos, maderas y esclavos), desarrollándose un capitalismo comercial sustentado por sirios y judíos.

Entre 570 y 572 Leovigildo conquistó la ciudad a los bizantinos. Abd al-Aziz se apoderó de ella entre 714 y 716; constituida en cora durante el califato, su burguesía urbana (muladíes , judíos) alcanzó gran prosperidad a finales del s.X.
Después de los primeros taifas y de las dominaciones almorávavide y almohade, entró a formar parte del reino de Granada, del que fue su puerto principal; a fines del s.XIV Málaga exportaba a los puertos italianos sedas, azúcar, frutas y azafrán, y enviaba al norte de África productos manufacturados mineros y alimenticios.

Los Reyes Católicos la tomaron en 1487, y le concedieron una carta de repoblación y otra de fuero, al mismo tiempo que reanudaban las relaciones comerciales con el norte de África.

Durante el s.XVI Málaga fue el ran puerto lanero castellano en el Mediterráneo. En 1529 recibió autorización para comercial con América, nulda en 1573 en beneficio de Sevilla, para recuperarla de nuevo en 1765. Las revueltas moriscas moriscas y su expulsión, a la vez que la decadencia económica del s.XVII, hicieron bajar su comercio paulatinamente y lo dejaron en manos de monopolistas extranjeros (ingleses y neerlandeses).

El s.XVIII vio el renacimiento de su actividad (comercio con los puertos flamencos, reactivación de la pesca y exportación de lanasa Barcelona). En 1785 se creó en Málaga un consulado marítimo a semejanza del de Barcelona. Aunque el s.XIX significó para la ciudad una oleada de revueltas y ocupaciones, Málaga continuó siendo un importante centro demográfico y comercial; la sobrevaloración de sus vinos, a raiz de la filoxera en Fancia, le permitió un notable despegue.

La ciudad sufrió importantes desperfectos durante la guerra civil. A su tradicional importancia comercial se ha sumado el "boom" turístico de la Costa del Sol, con importantes aportes de capital árabe ligados a proyectos turísticos de lujo, de la que Málaga es su principal centro.


Bibliografia:
Enciclopedia Larousse

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